Nombrar a Kudsi Erguner y Pierre Rigopoulos no es letra pequeña. Los dos tienen una amplitud vital. En el caso de Erguner, de quien conozco un poco más, podemos sentir cierta devoción "sufí" a través del sonido de su ney (flauta de caña sin bisel), siempre hipnótico. Por otro lado, Pierre Rigopoulos es un percusionista admirable, con una técnica depurada y una templanza exquisita.
No se trata de un concierto de "música exótica" vulgarmente etiquetada. Estamos ante algo muy profundo y bello, casi místico, sincero y evocador...
Antes de pasar al video, nuevamente echo mano del pensamiento de Yalâl-ad-Dîn Rûmî (1207-1273), considerado como uno de los grandes maestros del sufismo:
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- "Escucha el ney, y la historia que cuenta,
 - como canta acerca de la separación:
 - Desde que me cortaron del cañaveral,
 - mi lamento ha hecho llorar a hombres y mujeres.
 - Deseo hallar un corazón desgarrado por la separación,
 - para hablarle del dolor del anhelo.
 - Todo el que se ha alejado de su origen,
 - añora el instante de la unión.
 
 
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- [...]
 
 
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- Cuando la rosa se haya ido y el jardín esté marchito,
 - no podrás escuchar más la canción del ruiseñor.
 - El Amado lo es todo; el amante apenas un velo.
 - El Amado está viviendo; el amante es una cosa muerta.
 - Ama las voluntades de lo que traen estas palabras.
 
 
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- [...]
 
 
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- Le pregunté al ney:
 - ¿de qué te lamentas?
 - ¿cómo puedes gemir sin poseer lengua?
 - El ney respondió:
 - Me han separado del cañaveral
 - y ya no puedo vivir sin gemir y lamentarme".
Kudsi Erguner y Pierre Rigopoulos
(ney / percusiones) 
 
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