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lunes, 23 de septiembre de 2013

La Línea P de Franco, un secreto a voces.

Hace unos días, encontrándome por los caminos del valle de Bujaruelo, en pleno pirineo oscense, comencé a recordar viejas historias y me propuse buscar una de ellas concretamente.


Yo, que me caracterizo por tener un espíritu deportista casi nulo, emprendí mis pasos camino arriba, como quien pasea por la era del pueblo. 
El objetivo principal que tenía en mente era el de visitar uno de los búnkeres de la conocida Línea P, aquella paranoia de Franco que sembró cientos de “fortalezas” por la extensa cordillera pirenaica, recorriendo cientos de kilómetros desde el Cantábrico hasta el Mediterráneo.

Puente de Bujaruelo sobre el rio Ara.

Teniendo por equipaje una gaita, tres flautas, un libro de George Orwell, tabaco, cámara fotográfica y un calzado (como la ropa) poco apropiado, me dispuse a llegar a mi destino sin llevar conmigo ni un triste mapa.

Tablón informativo a tan sólo unos metros del puente.

Montañeros pasaron por docenas, bien equipados, concienzudos, con la intención de subir hasta alguna de las muchas cumbres que pueblan sobre el cielo. En cambio yo, ¡¡me hallaba buscando un búnker!!. Lo sé, resulta algo surrealista, pero qué le vamos a hacer, cada cual es como es.

Cruzando el puente nos encontramos con estas indicaciones 
(para llegar al búnker hay que elegir el camino de la izquierda)

Llegó el momento de recordar ese capítulo de la historia:

Bajo la denominación oficial de Organización Defensiva de los Pirineos, la dictadura de Francisco Franco empezó a construir en 1944 un conjunto de búnkeres con la finalidad de impermeabilizar la frontera con Francia, una medida de defensa ante una hipotética invasión, viniera de quien viniera. 

Apenas andamos unos metros por el camino elegido
y nos encontramos con él camuflado.

Existía el temor de una posible invasión por parte de las tropas “antifascistas” que combatían durante la II Guerra Mundial, también de una ofensiva de los republicanos exiliados tras la derrota de la Guerra Civil (algo más que improbable), así como una operación relámpago de las tropas nazis de Adolf Hitler con la intención de controlar todo el territorio continental. Una amenaza que aumentó tras el desencuentro del Fuhrer con el Generalísimo durante la entrevista de Hendaya. 

Acceso al búnker

Entrada hacia su interior

Ventana de vigilancia

El régimen quiso imitar la Maginot francesa o las alemanas Hindenburg o Sigfrido. En ese intento nació la llamada Línea P o Línea Pirineos, un proyecto inicial que contaba con entre 8.000 y 10.000 asentamientos militares, aunque solamente se llegasen a construir unos 4.000, más o menos.



Pasillo de comunicación.

El plan original estaba ideado para que cada centro estuviera rodeado de trincheras comunicadas entre sí, con pozos, observatorios y alambradas. Alojarían un arsenal compuesto por ametralladoras, cañones antitanque, piezas de infantería y morteros. Los asentamientos estaban divididos en cinco modalidades: de observación o mando, de combate, de artillería, a cielo abierto o abrigos. 


La pequeña ventana de vigilancia vista desde el exterior.

No obstante, la calidad de las obras no fue tan escrupulosa como se pretendía y los búnkeres concentraban numerosas deficiencias. Muchos expertos han asegurado, tras analizar dichas fortificaciones, que en realidad no se daban las medidas adecuadas para tal finalidad.


La obra nunca llegó a culminar ni entró en servicio, aunque el Ejército mantuvo activo el plan hasta 1985 (otro dato sorprendente de la historia reciente de este país). Su total abandono se dio cuando España ingresó en la Comunidad Económica Europea, formando parte también de la estructura militar de la OTAN. Por otra parte, la falta de mantenimiento han convertido estos búnkeres en refugio de animales, cazadores, pastores, o como punto de encuentro entre los jóvenes de las localidades cercanas.
 



Más información: http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADnea_P

10 comentarios:

  1. ¡¡ Impresionante entrada !! y cómo la he disfrutado, en algunos momentos hasta he reído cuando te leía (con ese humor tuyo tan especial) sobre tus zapatos y el surrealismo de andar buscando búnkeres. Pero qué bien escribes jobarrr.

    Tengo que reconocerte que sabía muy poco sobre la línea P, y contigo me enteré, qué emocionante tuvo que ser ese paseo, ya te imagino. Las fotos son excepcionales.

    Fantástica entrada, muy propia de un hombre comprometido y sensible como tú, guapoooo..!!

    Besoss a ambos, os quiero muchooo

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    1. Gracias Inma.
      Y más que te reirás cuando te cuente todo lo sucedido en aquella primera expedición..., siendo más surrealista de lo que parece.
      Un beso grandote!!!
      .

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  2. Es muy interesante lo que nos has dejado hoy. He aprendido algo nuevo y me han encantado tus fotografías.... Y esa disposición de encontrar algo de lo que habías oído hablar, pero que querías conocer de primera mano. Enhorabuena, lo conseguiste. Un beso.

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    1. Hola Matilde.
      La verdad es que disfruté muchísimo de aquel momento.
      Besos!!!
      .

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  3. Copio a Inmaaaaaaa que buena entrada y que interesante. Que fuerte hasta los ochenta lo aguantaron... flipo!
    besos a los tres

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    1. Besos para tí también Natàlia.
      Sí que creo que se trata de un tema interesante. Quién sabe, hasta podría incluirse en la asignatura llamada "Conocimiento del Medio", en las escuelas...
      Una abraçada!!
      .

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  4. Esta entrada es sencillamente fantástica, Bellísimas fotografías.Besos Virginia Baig

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  5. buenas fotos e ineresante entrada.mamen

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    1. Hola Mamen!! Las fotos no es que sean nada del otro mundo, sin embargo, me siento atraído por este tema... (como tantos otros).
      Besos!!
      .

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