Que
tiemblen los que vociferan
los que se adelantan en la fila del banco
los que no doblan el periódico para leerlo en el Metro
los que comentan la película sentados en la butaca
los que se comen el último canapé de la bandeja
los que no levantan la tapa del excusado para orinar
los que usan el hombro ajeno como almohada
los que creen que el mundo es un traje a su medida
los que tienen opiniones fundadas sobre todas las materias
Llegó la hora de los que se ponen colorados
de los que bajan la vista
de los que tropiezan con las palabras y las cosas
de los que se preguntan una y otra vez si lo habrán hecho bien
de los que no combinan con ningún color
de los que tienen el ropero lleno de disfraces
de los que nunca han sido ni serán candidatos a nada
del que esta noche no dormirá porque mañana le toca hablar
Ya es tiempo de elevar el rubor a la categoría de virtud
de mirarse en un espejo que sepa hacer cariño
de incluir la ridiculización del prójimo entre los atropellos a los Derechos Humanos
de pelar manzanas con los cuchillos del silencio
y por qué no también
de sacar a bailar a la más bonita o al más bonito
según sean el caso y la preferencia.
(MAURICIO FELLER, poeta chileno)
los que se adelantan en la fila del banco
los que no doblan el periódico para leerlo en el Metro
los que comentan la película sentados en la butaca
los que se comen el último canapé de la bandeja
los que no levantan la tapa del excusado para orinar
los que usan el hombro ajeno como almohada
los que creen que el mundo es un traje a su medida
los que tienen opiniones fundadas sobre todas las materias
Llegó la hora de los que se ponen colorados
de los que bajan la vista
de los que tropiezan con las palabras y las cosas
de los que se preguntan una y otra vez si lo habrán hecho bien
de los que no combinan con ningún color
de los que tienen el ropero lleno de disfraces
de los que nunca han sido ni serán candidatos a nada
del que esta noche no dormirá porque mañana le toca hablar
Ya es tiempo de elevar el rubor a la categoría de virtud
de mirarse en un espejo que sepa hacer cariño
de incluir la ridiculización del prójimo entre los atropellos a los Derechos Humanos
de pelar manzanas con los cuchillos del silencio
y por qué no también
de sacar a bailar a la más bonita o al más bonito
según sean el caso y la preferencia.
(MAURICIO FELLER, poeta chileno)
Rotundo y extraordinario, golpeando los oídos
de aquell@s que no quieren escuchar.
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Qué bueno que traigas a Mauricio, gran poeta. Y sobre todo un hombre humilde, cercano, comprometido y que aún no se cree ese don que tiene para expresar lo que por ejemplo a mi me cuesta un mundo.
ResponderEliminarY este poema es grandioso, ya es hora de los que sienten rubor, se ponen colorados, tropiezan con las palabras y las cosas....ya es la hora.
Me alegro mucho que te haya gustado tanto, lo sabía.
Os mando un beso enorme .. de los grandes
Me encantó, ya lo ves, pues aquí está publicado!!
EliminarGracias por invitarme a conocerlo, un gran tipo, sin duda.
BESOSSSSS!!
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Mucho más que un gran tipo...yo lo adoro. El loco más cuerdo que he visto nunca, la rotundidad.
EliminarMuchos besosss
Ay!! lúcida locura, esa amante marginada por los que se creen cuerdos...
EliminarMás besossss y apretones!!
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Gracias por publicar este texto. Y de alguna manera, también por traérmelo de vuelta, ya que lo había olvidado en algún archivo de mi blog.
ResponderEliminarExcelente blog; lo seguiré visitando.
un abrazo
Mauricio Feller
No tienes que agradecer nada Mauricio, más bien debería ser yo quien lo hiciera.
EliminarMe resulta placentero compartir tu poesía con otras gentes, sean asiduos o no de este espacio.
Gracias a tí.
SALUD Y CREATIVIDAD!!!
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Feller es extraordinario, han hecho un gran descubrimiento.
ResponderEliminarGracias Mónica, lo sé. Por lo que he leído de su obra a través del blog, estoy de acuerdo con mi amiga Inma..., Mauricio tiene un don especial.
EliminarMuchos besos!!
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