Datos personales

viernes, 20 de septiembre de 2013

Jiri Wehle, el bardo errante

La vida está llena de sorpresas, ya lo sabéis, no descubro nada nuevo. Algunas de ellas son capaces de alegrarnos el día y permanecer en nuestra memoria durante meses… e incluso años.
Para esto, creo necesaria una actitud especial, un estado interior que nos ayude a saborear de un modo distinto todo aquello que se encuentra a nuestro alcance.


Como verdaderos autómatas, solemos pasear por nuestras ciudades y pueblos sin prestarle demasiada atención a ciertas cosas cotidianas, existiendo mil motivos para frenar nuestros pasos y olvidarnos de esa carrera infinita que nunca acaba. 
Por ello hoy quiero presentaros a un personaje de lo más pintoresco, por calificarlo de algún modo; una persona reconocida por las miles y miles de personas que visitan Praga como destino de ocio.


Jiri Wehle es un músico y poeta de excepción. Un auténtico bardo que, a golpe de manivela y viva voz, logra encandilarnos a todos sin ningún tipo de envoltorio adicional.



Comenzó su andadura poético-musical allá por la década de los 60’, y desde entonces no ha parado ni un momento, ya sea como músico solista así como miembro de distintas agrupaciones. Gusta de buscar acomodo en distintos rincones de la ciudad de Praga, a la vista de todos, sin desistir en el empeño aunque se le haya expulsado de algunos de esos lugares en varias ocasiones. Aun con todo, no es difícil dar con él, tañendo la zanfona, el arpa, la gaita o recitando historias de tradición oral junto a otras de composición propia.






Algunas viejas costumbres se están extinguiendo con el paso del tiempo, una lástima, pues con ellas también desaparece una parte importante de lo que somos o algún día fuimos. Sin embargo, en otro sentido, a veces no todo es tan romántico como lo imaginamos. Estar en plena calle, contra viento y marea, para "ganarte la vida" en estos tiempos que corren, no siempre debe ser un plato de buen gusto.


Ya sabéis que “las apariencias engañan”, algo que es totalmente subjetivo, descubriendo en la red algunos links interesantes sobre este pedazo de artista llamado Jiri Wehle: 

Web: 
Facebook:

 

9 comentarios:

  1. La zanfona, primera vez que supe de este instrumento fue por ti, tu alma que es música. He visto tu entrada y escuché el primer vídeo, curioso hombre, me gustó mucho. Tienes toda la razón, vamos siempre tan deprisa que no nos damos cuenta del camino en sí, un error que aprendí también caminando con vosotros en Madrid, te parabas y te quedabas mirando algo que para mi había pasado desapercibido o que no estaba en mis neuronas (ya están viejecitas...jajaj). Me diste quietud y calma, algo necesario para los que vivimos aquí. Pero qué guapo eres Pedro Mari....besosss y más para Yolanda

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué linda eres Inma, preciosa...
      Es difícil encontrar reposo, sin duda, por muy necesario que sea para el alma..., una lástima. Aun así, no hay que desistir, siempre quedan bellezas que mantener y por las que vale la pena luchar.

      MIL BESOS Y MÁS!!
      .

      Eliminar
  2. hace un par de años hice una entrada (que no logro encontrar) con musicos callejeros de praga y me comentaste que uno de ellos era precisamente quien centra hoy tu entrada

    ResponderEliminar
  3. ah!, la encontre
    http://jesus-desdemicadiera.blogspot.com.es/2011/05/callejeros.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo recuerdo Jesús.
      Gracias por la aportación, así todos podrán disfrutar de las maravillosas fotografías que siempre haces.
      Salud compañero!!
      .

      Eliminar
  4. Cuanta razón! Un abrazo Pedro Mari

    Moisés

    ResponderEliminar
  5. Madre mía, ya te digo que la vida esta llena de sorpresas. Resulta que hoy, revolviendo discos por casa, me he encontrado con uno de éste señor que le compré en un viaje a Praga después de un maravilloso concierto callejero de él con otros músicos, cerca del puente de Carlos y bajo una leve nevada. Mis amigos y yo quedamos bastante impactados (y helados) por lo "auténtico" de su música y lo seguimos recordando. Pues bien nunca me había dado por buscar a éste señor por la red y hoy me ha picado la curiosidad, y he clicado su nombre apareciendo éste maravilloso blog. He comenzado a leer la entrada viniendome a la cabeza al momento un encuentro de hace un par de meses en la hermosísima ermita románica de Agüero. Bajo un espléndido sol de invierno en una escapada de la urbe, y terminando de comer alguna vianda, aparece un hombre con varios panderos y percusiones y nos pregunta si nos molestaría que tocase un poco. A lo que contestamos que por supuesto que no, que no se cortase. Mi compañera, profesora de danza oriental, en seguida se interesa por los panderos y comenzamos una apasionante conversación sobre música popular, instrumentos, rítmos, músicos...pero también sobre la vida y los encuentros casuales. Todo ello bajo los bellísimos relieves de la portada de la ermita que evocaban a músicos (que como bien nos explicó, uno de ellos tocaba el Alboka) y bailarinas. Y, sí, conforme voy bajando la entrada del post estoy más seguro de que me encuentro en el blog de aquel peculiar músico que nos encontramos en la montaña. Hasta que ya lo confirmo, su nombre, Pedro Mari es dificil de no recordar. Al momento que no puedo reprimirme una sonrisa y una llamada a mi compañera para que viniese a ver lo que había encontrado. No podía cerrarse éste círculo casual de otra manera. Ese primer parrafo de tu entrada en el que evocas las sorpresas que "alegran el día" y que "permanecen en la memoria durante meses e incluso años" unía perfectamente aquel encuentro en Praga y 11 años después éste en la ermita de Agüero, los dos en lugares mágicos. Puede que sea la casualidad o puede que sea esa "actitud especial" para "saborerarlo todo" que tu escribes. Esa actitud de disfrutarlo todo; el pararse para conversar, para recrearse en una portada de una ermita, para escuchar a un músico en la calle nevada, para admirar un paisaje; en fin todo eso que se va anulando bajo el estres del día a día y de la ciudad. Bueno, vaya tocho que me ha salido. Espero que nos volvamos a encontrar en otro lugar mágico, Pedro Mari. Un saludo de Javier e Irene, esos a los que te encontraste un día entre semana en la ermita de Agüero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya agradable sorpresa!!
      De un tiempo hacia aquí no entro tan frecuentemente a esta cueva, lo que me lleva a publicar menos post que antaño.
      Sin embargo, manifiesto el gran placer que siento cuando me encuentro con personas como tú, Javier, palabras y sentimientos que nos acercan tal y como somos.

      Fue muy bonito conoceros aquel día en tan hermoso lugar, conversar con vosotros de esto y de aquello y sentir nuevamente el placer de formar parte de este mundo.

      Os deseo lo mejor para tí e Irene, que sigáis disfrutando de esas "pequeñas cosas" que la vida nos regala por momentos y que no ceséis en el empeño.

      Un abrazo grande y hasta la próxima!!
      Salud y Creatividad!!
      -Pedro Mari-
      .

      Eliminar