Violeta Parra (1917-1967) fue, extraordinariamente, una de las personalidades más fascinantes del sentir de Chile y de América Latina, de todo un tiempo de realidades chocantes y convulsas que quedarían inmortalizadas para siempre a través de su obra creativa.
Cantautora, folclorista, pintora, bordadora, ceramista...
Violeta nos dejó un legado cultural de gran trascendencia.
Esta chilena internacional nació del enlace entre
Nicanor Parra y
Clara Sandoval. Su padre era profesor de música y su madre una campesina guitarrera y cantora. Hija de una familia numerosa, Violeta del Carmen Parra Sandoval (su nombre original) pasó casi toda su infancia en el campo. Sufrió también de continuas enfermedades, aunque no lograron impedir que la joven, junto a sus hermanos, jugase y sintiera cierta inclinación por el "curioso" mundo del espectáculo y del circo.
De forma autodidacta aprendió y desarrolló
un importante trabajo sobre "arpilleras" (tapices)
Mientras cursaba los estudios primarios tuvo que abandonarlos para trabajar en el campo y ayudar a su familia tras caer su padre gravemente enfermo. Tras pasar un tiempo y con la insistencia de su hermano
Nicanor, Violeta se traslada a vivir a la capital, Santiago. Retomaría los estudios para luego dejarlos nuevamente y comenzar a cantar por bares, quintas de recreo y pequeñas salas de barrio junto a familiares y amigos. De ese modo encuentra un modo de "ganarse la vida" haciendo algo que le motiva. Hay que decir que Violeta empezó a tocar la guitarra con 9 años y a componer con 12.
A comienzos de la década de los 50' comenzaría su extensa labor recopilatoria sobre el auténtico folclore chileno, lo que le llevaría a viajar por todo el país (llegando a recoger unas 3000 canciones aproximadamente). En esta época conoce a
Pablo Neruda y otros artistas chilenos y ya ha contraído matrimonio en dos ocasiones, dando a luz a varios de sus hijos. Entre ellos se encuentran Ángel e Isabel, con quienes realizará giras musicales dentro y fuera del país, visitando también Europa.
Será en Concepción, Chile, donde ayudará a la creación del
"Museo Nacional de Arte Folclórico" en 1958. Posteriormente, sobre 1961, se embarca en una gira junto a sus hijos Ángel e Isabel que les hará recorrer la Unión Soviética, Italia, Alemania y Francia, instalándose durante un tiempo en su capital, París. Allí dará recitales en la radio y en la televisión, también bordará "arpilleras" (técnica de bordar con lana o hilo sobre rústicas telas) y realizará esculturas en alambre. Violeta aprovechará los días de reposo a causa de sus enfermedades para desarrollar en profundidad el arte de la "arpillera".
Durante su estancia en París, sigue con atención todas las noticias de su Chile querido, lejano... y del ambiente político y social que se está viviendo en el país. Tras recibir una carta de uno de sus hermanos, Violeta, decide componer una de sus canciones más célebres:
"la carta".
La amistad entre la familia Parra y
Víctor Jara es una realidad, les unen muchas vivencias e inquietudes. Así no es de extrañar que Víctor la admirase y cantase, de forma asidua, distintas canciones de Violeta en sus recitales.
En 1964 fue la primera latinoamericana en exponer individualmente su obra en el
"Museo de Louvre".
La televisión suiza filmó un documental sobre su trabajo,
"Violeta Parra, bordadora chilena", siendo este uno de los pocos documentos audiovisuales que se conservan sobre ella.
En todo ese periodo, aunque no os lo haya mencionado de forma específica, Violeta continúa haciendo recitales y grabando canciones, forjando los cimientos de lo que después se conocería como
"La Nueva Canción Chilena".
Esta incansable mujer regresará a Chile sobre 1965. Su inquietud no tiene límites e instala una
"carpa" en la comuna de
"La Reina". La intención no es otra que la de convertirla en un importante
Centro de Cultura Folclórica, un lugar de acogida y de libre expresión. Para ello cuenta con la ayuda de sus hijos y de otros folcloristas, músicos y amigos como Víctor Jara, Patricio Manns o Rolando Alarcón, entre otros.
A pesar del empeño de convertir "la carpa" en un referente para la cultura de Chile, no encontró una respuesta satisfactoria, algo que le dolería hasta lo más profundo.
Este y otros acontecimientos irán mermando la ilusión de la artista. Sin embargo, será en esta época cuando componga uno de sus himnos por excelencia:
"Gracias a la Vida".
Tras varios intentos fallidos, en Febrero de 1967, Violeta Parra se suicida en el interior de la carpa de "la Reina", allí donde había volcado tantos esfuerzos e ilusiones.
Esta gran mujer, destacada artista polifacética y activista social, se nos fue dejando un legado cultural y humano impresionante. Para que quede constancia de todo ello, la propia familia creó la
"Fundación Violeta Parra".
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Sé que faltan por contar muchas otras cosas de Violeta. También soy consciente de la posible existencia de errores en mi empeño por acercarme a la vida y obra de esta deslumbrante mujer. Aun con todo, este pequeño espacio que le dedico, está lleno de ternura y gratitud.
Para finalizar, sinceramente os recomiendo el vídeo-documental (completo) que se realizó sobre ella. Apareciendo en él importantes testimonios de familiares, amigos, artistas y compañeros..., maravilloso!!
"Viola Chilensis"
(Documental completo sobre la vida y obra de Violeta Parra)
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