Con Paolo nos conocemos desde hace seis años, manteniendo nuestra amistad por encima de fronteras, idiomas y distancias...
Puedo decir que es una de las personas de las que más estoy aprendiendo en estos últimos años. Su experiencia como artista, su forma de entender las 'tradiciones musicales' y su constante experimentación sonora, hacen de él un ser muy especial.
Siempre abierto a todo aquel que sea sincero, a todo aquello que se haga con verdadera pasión, Paolo demuestra en todo momento una integridad y sensibilidades difíciles de encontrar.
Como ya he dicho, es un experimentador incansable y audaz, capaz de dejarle boquiabierto a cualquiera utilizando todo tipo de artilugios como instrumento. Además de sus proyectos musicales junto a Elia Casu, Alessandro Olla, Fabrizio "Bozzi" Fenu o Luca Santini entre otros, realiza no pocas performances y actuaciones en solitario. En este aspecto, hablando de ello largo y tendido, Paolo me explicó su inclinación última por aparecer en escena con un solo instrumento, extrayendo de él lo máximo posible, agotando todas sus posibilidades.
Todo esto requiere de muchas horas de pruebas y ensayos, de un estado mental especial, de una filosofía de vida que se desmarca por completo de la corriente mayoritaria. Sin importarle lo que opinen los demás, sean músicos o no, él volca todo su talento en la 'improvisación radical' ('música creativa' -como le gusta llamarla-), siendo esto de una trascendencia vital.
Momento mágico junto a Paolo, en plena naturaleza.
Nunca olvidaré este verano, el de nuestro primer viaje a Cerdeña, la hospitalidad que nos han brindado Paolo Sanna y Elia Casu (también músico creativo y fundador, junto a Paolo, de OnGaku2), así como de las personas que les rodean en sus vidas, igualmente encantadoras.
Soy consciente del camino que aun me queda por recorrer, de todo lo que debo aprender, siendo, en definitiva, el sentido de mi paseo por la vida.