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viernes, 23 de marzo de 2018

EDUCADORA Vs EDUCADOR (un artículo para que todxs reflexionemos sobre los roles de género)

Hace tiempo que coincidimos con Mar en la época estival, aunque ha sido durante estos dos últimos años cuando nos hemos acercado, conversando de un modo más personal, de tú a tú, sin tener en cuenta la edad, ni el género, ni todo aquello que pueda servir como frontera.
Me alegró saber de la publicación de este artículo en otra página web (que al final citaré y de la que dejaré enlace), y su confianza en hacérmelo saber, algo que agradecí enormemente.


Los seguidores de este blog, sabéis de mis opiniones sobre distintos temas y que, debido a ello, llevo años habitando en "tierra de nadie", ese lugar entre "roles" y "clanes" de una y mil calañas de los que no quiero formar parte por tantas y tantas razones.
En referencia al artículo que después podréis leer íntegramente, manifiesto nuevamente mi desconfianza hacia muchas "líderes feministas", hacia la "jerarquización machista" de un gran número de estos colectivos morados, supuestamente creados a favor de la lucha... y que ni hacen ni dejan hacer. También soy muy crítico con tantas 'feministas' que se autoproclaman portavoces del resto de mujeres y, dejando pancartas a un lado, actúan como verdaderos "machos alfa", intransigentes y con poco margen de amor y sensibilidad hacia el resto de mortales, sean quienes sean y como sean, sin mostrar un pequeño brillo de humanidad, un mínimo de respeto y sentido común.


Por el contrario, admiro a muchísimas mujeres, a docenas y cientos de ellas, también a muchísimos hombres, quienes anónimamente y sin que tan siquiera celebren los "días de rigor", luchan día tras día con el ejemplo, sin eslóganes, sin aparecer en fotografías y reportajes, rompiendo las ataduras que tanto unos como otras ejercen sin compasión...
Podría seguir y seguir hasta aburrir, dirigiéndome también a esos chicos y hombres que tanto dolor causan a la sociedad, que tanta repugnancia me generan... Pero ahora prima que leáis a Mar, pues a esos otros "machitos" y "machistas" ya les doy caña siempre que puedo, en infinidad de ocasiones.

 Mar Cardona Ardanuy

El artículo de la amiga Mar implica y aplica desnudez de espíritu, críticas y reflexiones que están en pleno crecimiento, hermosos pensamientos que abogan por un caminar de la mano, sin trampas ni panfletos con fecha de caducidad.


"EDUCADORA Vs EDUCADOR" 
(de Mar Cardona Ardanuy)

Hace no tantos años los hombres y las mujeres recibían educaciones diferentes; a las mujeres nos educaban para ser buenas amas de casa y a los hombres un oficio para mantener su hogar. Toda su educación giraba en torno a estos conocimientos. Cuando la educación pasó a ser mixta, las mujeres dejaron de recibir “educación para mujeres” para aprender un oficio, es decir “educación para hombres”. Y no había ninguna asignatura en la que te enseñaran a planchar, coser botones, meter dobladillos, poner una lavadora… Porque se daba por supuesto que a las mujeres nos enseñarían nuestras madres.


Este ejemplo de la educación creo que es una clara muestra de lo que está pasando. El feminismo nace de las mujeres, movimiento que lucha por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres. Se parte de dos niveles de privilegios diferentes; donde los hombres tienen privilegios y derechos sobre las mujeres. Se supone que “lo masculino”; ser una persona fuerte, valiente, sobresalir en algún aspecto, llevar la voz cantante, ser independiente (formarnos en un oficio)… es lo positivo y para lo que luchamos muchas mujeres. Y en cambio “lo femenino”; ser débil, ama de casa, dedicarle más tiempo a los demás que a nosotras (educación para ser una buena ama de casa)… es de lo que tratamos muchas mujeres de desprendernos. A la inversa no observo que suceda con la misma frecuencia, es decir, conozco a muy pocos hombres que trabajen para no ser violentos, controladores, dejen hablar primero a las mujeres y asuman su 50% de la responsabilidad familiar. 


Y es que “lo femenino” es considerado lo negativo; se considera negativo pasar muchas horas en casa cuidando de tu hogar, pensar antes en los demás que en ti, arreglarte demasiado, ir de compras, ser muy sensible, ceder la palabra a las demás, hablar flojo, tener miedo, ser presumida… En cambio “lo masculino” es lo premiado; ser fuerte, valiente, poderoso, independiente, sobresalir, destacar, hablar fuerte, pensar primero en ti, hacerse notar, no pasar demasiado tiempo en casa… Solo hace falta fijarse que la expresión “eres un coñazo” se utiliza para manifestar que esa persona es aburrida e insípida y en cambio la expresión “eres la polla” para elogiar a esa persona la virtud de ser divertida.


Durante mi experiencia como agente educativo he pasado por muchas fases: he decidido no depilarme, vestir de una forma más “masculina” y cortarme el pelo para crear diferentes modelos de mujer, he decidido depilarme y maquillarme para reivindicar que eso no te hace ser superficial ni menos feminista, les he confundido preguntándoles porque daban por hecho que era una mujer aunque tuviera pechos y nombre de mujer, me he vestido y desvestido delante de todas porque no considero que el cuerpo de una mujer sea provocador, les he preguntado que porqué daban por hecho que me gustasen los hombres, he intentado ser libre en todo momento y no ejercer un papel porque me tocara ser así, sino porque me apetecía y estaba en ese momento de mi vida. 


Como educadora que me considero, he intentado crear nuevos referentes femeninos sin despreciar “lo femenino” y por suerte he conocido a muchas mujeres que han hecho exactamente lo mismo; mujeres que hablan de cómo hacerse la pedicura y que les da igual tirarse por el barro, mujeres que se besan con otras mujeres delante de sus chavales del esplai, mujeres que no se depilan pero sí se maquillan, mujeres con bambas y vestidos, mujeres a las que les encanta cuidar de su casa y tenerla impecable y se avergüenzan cuando alguien viene a verlas y está sucia. 




Pero hace ya algún tiempo que vengo echando de menos más referentes masculinos que se cuestionen la masculinidad en la que han sido educados y se reconstruyan como una persona libre. Hombres a quienes no les parezca ridículo “lo femenino” y vayan con las uñas pintadas, se maquillen, lleven faldas y vestidos, se dejen el pelo largo y se hagan peinados y se cuestionen públicamente su orientación sexual. Hace ya algún tiempo que tengo ganas de conocer a más referentes masculinos que jueguen a fútbol y no se enfaden, que no hagan comentarios a sus compañeras como “ese pantalón te hace un buen culo”, no utilicen su fuerza y su poder como hombre para que las niñas y niños se callen, besarse con hombres y abrazarles, que se den cuenta de su rol y sean conscientes que tienen más credibilidad y visibilidad por ser hombres.


Hace ya algún tiempo que echo de menos a más hombres que se den cuenta de que el cambio también está en ellos y que, o empiezan a salirse de las etiquetas de lo que se considera “masculino” o vamos a seguir estancadas. Por mucho que desde nuestra posición como mujeres luchemos por una sociedad igualitaria, ellos desde allí arriba no solo nos pueden animar a llegar a la meta, también tienen que bajar un escalón, porque allí arriba también hay mucha opresión e injusticias.


Ser hombre tampoco es fácil, no tienen la libertad de llorar en público, de besarse con personas de su mismo sexo, de llevar falda, de pintarse las uñas… sin que se cuestione su masculinidad. Así que desde aquí quiero aplaudir a esos hombres y mujeres que se salen de los papeles que la sociedad les ha otorgado ya que para todxs es difícil, porque siempre habrá alguien que te cuestione (aunque al final le acabas cogiendo el gusto). Pero hemos de ser conscientes de algo; es mucho más aplaudido que una mujer se salga de su rol que lo haga un hombre, y de esto hemos de ser conscientes, y los educadores tienen esa gran responsabilidad de servir como ejemplo y demostrar que hay que salirse de lo establecido. Porque el “haz lo que digo pero no lo que hago” ya no sirve, no sirve decirle a tus chavales que hay que repartirse las tareas de casa y tú no hacerlo, no sirve concienciar de que las mujeres no somos un objeto y luego tratarnos como tal, no sirve empoderar a las mujeres y después ser el primero en hablar, nada de eso sirve. 

(Mar Cardona Ardanuy)

Enlace del artículo original publicado:

Enlace de la web SEXDUCACION: http://sexducacion.com/

Y por último os dejo con Pol, con su testimonio y experiencia propias, logrando traspasar todo tipo de fronteras. Muy muy interesante, la verdad.


Por cierto, que sigo pensando que en el mundo habitan bellas personas, por mucho que intenten convercerme de todo lo contrario.

SALUD Y CREATIVIDAD!!

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2 comentarios:

  1. Un estupendo artículo,con el que estoy tan de acuerdo, que no me queda nada por decir:deja sin habla, vamos. Es un gusto comprobar que todavía hay quien tiene las cosas un poquito claras... Un abrazo y gracias.

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    1. Gracias Matilde.
      Siempre existen personas maravillosas.
      Un beso!!!
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