Hace tiempo que coincidimos con Mar en la época estival, aunque ha sido durante estos dos últimos años cuando nos hemos acercado, conversando de un modo más personal, de tú a tú, sin tener en cuenta la edad, ni el género, ni todo aquello que pueda servir como frontera.
Me alegró saber de la publicación de este artículo en otra página web (que al final citaré y de la que dejaré enlace), y su confianza en hacérmelo saber, algo que agradecí enormemente.
Los seguidores de este blog, sabéis de mis opiniones sobre distintos temas y que, debido a ello, llevo años habitando en "tierra de nadie", ese lugar entre "roles" y "clanes" de una y mil calañas de los que no quiero formar parte por tantas y tantas razones.
En referencia al artículo que después podréis leer íntegramente, manifiesto nuevamente mi desconfianza hacia muchas "líderes feministas", hacia la "jerarquización machista" de un gran número de estos colectivos morados, supuestamente creados a favor de la lucha... y que ni hacen ni dejan hacer. También soy muy crítico con tantas 'feministas' que se autoproclaman portavoces del resto de mujeres y, dejando pancartas a un lado, actúan como verdaderos "machos alfa", intransigentes y con poco margen de amor y sensibilidad hacia el resto de mortales, sean quienes sean y como sean, sin mostrar un pequeño brillo de humanidad, un mínimo de respeto y sentido común.

Por el contrario, admiro a muchísimas mujeres, a docenas y cientos de ellas, también a muchísimos hombres, quienes anónimamente y sin que tan siquiera celebren los "días de rigor", luchan día tras día con el ejemplo, sin eslóganes, sin aparecer en fotografías y reportajes, rompiendo las ataduras que tanto unos como otras ejercen sin compasión...
Podría seguir y seguir hasta aburrir, dirigiéndome también a esos chicos y hombres que tanto dolor causan a la sociedad, que tanta repugnancia me generan... Pero ahora prima que leáis a Mar, pues a esos otros "machitos" y "machistas" ya les doy caña siempre que puedo, en infinidad de ocasiones.
Mar Cardona Ardanuy
El artículo de la amiga Mar implica y aplica desnudez de espíritu, críticas y reflexiones que están en pleno crecimiento, hermosos pensamientos que abogan por un caminar de la mano, sin trampas ni panfletos con fecha de caducidad.
"EDUCADORA Vs EDUCADOR"
(de Mar Cardona Ardanuy)
Hace
no tantos años los hombres y las mujeres recibían educaciones diferentes; a
las mujeres nos educaban para ser buenas amas de casa y a los hombres un
oficio para mantener su hogar. Toda su educación giraba en torno a estos
conocimientos. Cuando la educación pasó a ser mixta, las mujeres dejaron
de recibir “educación para mujeres” para aprender un oficio, es decir
“educación para hombres”. Y no había ninguna asignatura en la que te
enseñaran a planchar, coser botones, meter dobladillos, poner una lavadora… Porque
se daba por supuesto que a las mujeres nos enseñarían nuestras madres.

Este
ejemplo de la educación creo que es una clara muestra de lo que está pasando.
El feminismo nace de las mujeres, movimiento que lucha por la igualdad de
derechos entre mujeres y hombres. Se parte de dos niveles de
privilegios diferentes; donde los hombres tienen privilegios y derechos
sobre las mujeres. Se supone que “lo masculino”; ser una persona fuerte,
valiente, sobresalir en algún aspecto, llevar la voz cantante, ser
independiente (formarnos en un oficio)… es lo
positivo y para lo que luchamos muchas mujeres. Y en cambio “lo femenino”;
ser débil, ama de casa, dedicarle más tiempo a los demás que a nosotras
(educación para ser una buena ama de casa)… es de lo que tratamos
muchas mujeres de desprendernos. A la inversa no
observo que suceda con la misma frecuencia, es decir, conozco a muy pocos
hombres que trabajen para no ser violentos, controladores, dejen hablar
primero a las mujeres y asuman su 50% de la responsabilidad familiar.

Y es
que “lo femenino” es considerado lo negativo; se considera negativo pasar
muchas horas en casa cuidando de tu hogar, pensar antes en los demás que
en ti, arreglarte demasiado, ir de compras, ser muy sensible, ceder la
palabra a las demás, hablar flojo, tener miedo, ser presumida… En cambio “lo
masculino” es lo premiado; ser fuerte, valiente, poderoso, independiente,
sobresalir, destacar, hablar fuerte, pensar primero en ti, hacerse notar,
no pasar demasiado tiempo en casa… Solo hace falta fijarse que la
expresión “eres un coñazo” se utiliza para
manifestar que esa persona es aburrida e insípida y en cambio la expresión
“eres la polla” para elogiar a esa persona la virtud de ser divertida.

Durante
mi experiencia como agente educativo he pasado por muchas fases: he
decidido no depilarme, vestir de una forma más “masculina” y cortarme el
pelo para crear diferentes modelos de mujer, he decidido depilarme y
maquillarme para reivindicar que eso no te hace ser superficial ni menos
feminista, les he confundido preguntándoles porque daban por hecho que era
una mujer aunque tuviera pechos y nombre de mujer, me he vestido y
desvestido delante de todas porque no considero que el cuerpo de una mujer
sea provocador, les he preguntado que porqué daban por hecho que me
gustasen los hombres, he intentado ser libre en todo momento y no ejercer
un papel porque me tocara ser así, sino porque me apetecía y estaba en ese
momento de mi vida.

Como
educadora que me considero, he intentado crear nuevos referentes femeninos
sin despreciar “lo femenino” y por suerte he conocido a muchas mujeres que
han hecho exactamente lo mismo; mujeres que hablan de cómo hacerse la
pedicura y que les da igual tirarse por el barro, mujeres que se besan
con otras mujeres delante de sus chavales del esplai, mujeres que no se
depilan pero sí se maquillan, mujeres con bambas y vestidos, mujeres a las
que les encanta cuidar de su casa y tenerla impecable y se
avergüenzan cuando alguien viene a verlas y está
sucia.

Pero
hace ya algún tiempo que vengo echando de menos más referentes masculinos
que se cuestionen la masculinidad en la que han sido educados y se
reconstruyan como una persona libre. Hombres a quienes no les parezca
ridículo “lo femenino” y vayan con las uñas pintadas, se maquillen, lleven
faldas y vestidos, se dejen el pelo largo y se hagan peinados y se
cuestionen públicamente su orientación sexual. Hace ya algún tiempo
que tengo ganas de conocer a más referentes masculinos que jueguen a
fútbol y no se enfaden, que no hagan comentarios a sus
compañeras como “ese pantalón te hace un buen culo”, no utilicen su fuerza
y su poder como hombre para que las niñas y niños se callen, besarse con
hombres y abrazarles, que se den cuenta de su rol y sean
conscientes que tienen más credibilidad y visibilidad
por ser hombres.
Hace
ya algún tiempo que echo de menos a más hombres que se den cuenta de que
el cambio también está en ellos y que, o empiezan a salirse de las
etiquetas de lo que se considera “masculino” o vamos a seguir estancadas.
Por mucho que desde nuestra posición como mujeres luchemos por una sociedad
igualitaria, ellos desde allí arriba no solo nos pueden animar a llegar a
la meta, también tienen que bajar un escalón, porque allí arriba también
hay mucha opresión e injusticias.

Ser
hombre tampoco es fácil, no tienen la libertad de llorar en público, de besarse
con personas de su mismo sexo, de llevar falda, de pintarse las uñas… sin
que se cuestione su masculinidad. Así que desde aquí quiero aplaudir a esos
hombres y mujeres que se salen de los papeles que la sociedad les ha
otorgado ya que para todxs es difícil, porque siempre habrá alguien que te
cuestione (aunque al final le acabas cogiendo el gusto). Pero hemos de
ser conscientes de algo; es mucho más aplaudido que una mujer se salga de
su rol que lo haga un hombre, y de esto hemos de ser conscientes, y los
educadores tienen esa gran responsabilidad de servir como ejemplo y
demostrar que hay que salirse de lo establecido. Porque el “haz lo que
digo pero no lo que hago” ya no sirve, no sirve decirle a tus chavales que
hay que repartirse las tareas de casa y tú no hacerlo, no
sirve concienciar de que las mujeres no somos un objeto y luego tratarnos
como tal, no sirve empoderar a las mujeres y después ser el primero en
hablar, nada de eso sirve.
(Mar Cardona Ardanuy)
Enlace del artículo original publicado:
Y por último os dejo con Pol, con su testimonio y experiencia propias, logrando traspasar todo tipo de fronteras. Muy muy interesante, la verdad.
Por cierto, que sigo pensando que en el mundo habitan bellas personas, por mucho que intenten convercerme de todo lo contrario.
SALUD Y CREATIVIDAD!!
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