Muchos son los factores que pueden influir sobre nosotros de un modo devastador. La crisis político-económica actual y la ausencia de "valores humanos universales" entre la sociedad, no hace más que provocar impotencia y fragilidad. Nos convertimos en seres vulnerables, una presa fácil de nuestro propio subconsciente, siendo él, en muchas ocasiones, nuestro principal enemigo.
Llevo días releyendo distintas obras que tratan sobre ello, siendo este el motivo principal por el que voy a exponer algunas lineas del libro "La fuerza del optimismo", un trabajo escrito por el médico-psiquiatra Luis Rojas Marcos en 2005.
Luis Rojas Marcos (médico-psiquiatra y escritor)
"...El sentimiento duradero de indefensión tiene efectos devastadores sobre el temperamento de los seres humanos...".
"...Las personas que se sienten impotentes ante la adversidad y ven que hagan lo que hagan nada cambiará ni mejorará, con el tiempo son proclives a adoptar una disposición apática y derrotista, a "tirar la toalla" ante las presiones y los desafíos de la vida...".
"...La conciencia prolongada de impotencia y desamparo es venenosa para el optimismo, porque alimenta los sentimientos de debilidad y fracaso, socava la autoestima, consume la iniciativa y agota la esperanza. Este estado nocivo de indefensión se produce bajo condiciones duraderas e intolerables de dolor físico, de intenso temor ante una amenaza real, o de ansiedad y angustia interior...".
"...La indefensión también puede ser consecuencia de experiencias traumáticas provocadas por desastres naturales o atrocidades humanas, y por agresiones continuas en personas incapaces de escapar de sus verdugos por razones físicas, económicas, sociales, legales o psicológicas. Estas circunstancias de acoso se dan con frecuencia en lugares de trabajo, en ciertos colegios a los que la asistencia es obligatoria y, muchas veces, en el hogar familiar...".
"...El que estemos genéticamente programados para disfrutar del sexo es, precisamente, una de las estratagemas más ingeniosas de la naturaleza para garantizar la conservación de la especie. Sin embargo, el cuerpo también puede ser una una fuente de dolor insoportable. Es bien sabido que la función natural del dolor es servir de alarma para anunciar un desarreglo físico y motivar al afligido a tomar medidas para corregirlo. Pero cuando el dolor es recurrente puede convertirse en un ladrón implacable del optimismo...".
"...Pese a que la medicina cuenta hoy con poderosos remedios analgésicos, hay dolores desgarradores indomables que consumen la ilusión del más entusiasta. Esto explica la frecuente tentación de suicidio que sienten muchos atormentados...".
"...Otros ejemplos de dolores despiadados son las migrañas intensas que no responden a ningún tratamiento, algunas enfermedades musculares degenerativas y los tumores que invaden los centros neurálgicos o los huesos...".
"...Otro sentimiento que tiene la capacidad de envenenar el temperamento optimista es el miedo crónico. El miedo, como el dolor, es un reflejo natural indispensable para la supervivencia. Pero cuando el temor no es consecuencia de una amenaza objetiva, sino que responde a un estado de angustia sin causa precisa, en psiquiatría hablamos de "ansiedad". Afecta a casi el 10% de la población del mundo occidental en algún momento de su vida, siendo ciertos casos, resistentes al debido tratamiento farmacológico...".
"...Todos conocemos personas que viven continuadamente en un estado desmesurado de aprensión y de inquietud, cuyas causas no corresponden a la peligrosidad real de las circunstancias. Unos padecen fobias irracionales, otros experimentan tensión nerviosa generalizada, o son atormentados por ataques de pánico, o por trastornos obsesivo-compulsivos que los inmovilizan, pues la mente queda prisionera de ideas o impulsos incontrolables...".
(Luis Rojas Marcos)
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